sábado, 17 de abril de 2010

Bautizar la noche en nombre de la fuga,
hacer del viento un destino posible...
El tiempo aire se ha convertido en una necesidad de enlace, sobre todo en las mañanas cuando las velocidades crujen entre huesos y todos necesitamos un escape de llamada perdida.

Mis letras en nada se parecen a tus incendios

La distancia es una riesgo que valdrá el cansancio al encontrarse las raices de tu tibieza y mi humedad.

La sed se nos da en el calendario como temporada de cosecha
en espera de lluvias que me saquen a tu tierra